[Extracto documento] En los últimos quince años, la unesco se ha empeñado en demostrar el papel de la cultura en los procesos de desarrollo, tanto como un sector de actividad económica y social, como un factor transversal clave para lograr otros objetivos en educación, salud o gobernabilidad. La Organización ha liderado un vasto esfuerzo para situar la cultura en la agenda internacional de desarrollo. Este esfuerzo ha cristalizado en 2010 en el reconocimiento de la importancia de la cultura en el documento final de la Cumbre Mundial sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y en la adopción de la “Resolución Cultura y Desarrollo” por la 65 Asamblea General de las Naciones Unidas.
Hoy la prioridad es poner en práctica esta visión y generar una masa crítica de experiencias, conocimientos y datos que demuestren de manera irrefutable la contribución de la cultura al desarrollo.
La UNESCO se compromete con esta labor mediante una estrategia decidida de ejecución de proyectos operacionales, especialmente en el marco del Fondo para el logro de los ODM, además de la sistematización de conocimientos y experiencias mediante la elaboración de herramientas técnicas. Se trata así de generar, divulgar y trasferir las lecciones aprendidas, ofreciendo a los actores de la cultura y del desarrollo instrumentos operacionales que les permitan colaborar eficazmente en la ejecución de nuevas iniciativas. Con esta fórmula, se incita a todas las partes interesadas a la acción, respaldándolas y asesorándolas en sus esfuerzos para, juntos, hacer realmente visible el inmenso potencial de la cultura en y para el desarrollo. La presente Guía se inserta en esta estrategia. Ofrece orientaciones prácticas y concretas para la formulación, gestión y evaluación de políticas en favor de las industrias culturales y creativas que encierran un potencial –a menudo desaprove- chado– para luchar contra la pobreza, al tiempo que generan externalidades positivas en el ámbito social. Con ella, la unesco alienta a concretar sobre el terreno las oportunidades que ofrece el actual contexto político y económico, multiplicando el impacto de las intervenciones de desarrollo en clave de cultura y obteniendo resultados ejemplares y convincentes. Francesco Bandarin, Subdirector General de Cultura, UNESCO.
La UNESCO pone esta Guía en manos de los directores de industrias culturales y responsables de políticas de fomento del sector cultural y creativo con el objetivo de facilitar su tarea en un terreno de intervención pública relativamente nuevo. En efecto, en un momento de plena transformación de los modos de crear, distribuir, consumir y disfrutar de los bienes y servicios culturales, estos profesionales se ven frecuentemente enfrentados a situaciones en las que no es fácil tener criterios de actuación y gestión claros. Una de las principales preocupaciones actuales de los responsables del sector cultural y creativo consiste en la adecuada gestión de las inmensas oportunidades de enriquecimiento cultural que ofrece la globalización y, al mismo tiempo, de los desafíos que esta genera en términos de capacidad creativa, acceso y diversidad. Por ello, las políticas del siglo xxi estarán marcadas por la búsqueda de medidas tanto de promoción como de protección de la diversidad de las expresiones culturales, en un delicado equilibrio entre los imperativos de la cultura y los intereses de la economía. La UNESCO considera que la respuesta de los países emergentes y de economías intermedias a la promoción de la diversidad exige una actitud proactiva, capaz de convertir la dinámica generada por la globalización en una herramienta participativa y de desarrollo productivo que permita inyectar los valores de cada cultura local en el torrente de lo global.
Es urgente dar paso a una nueva arquitectura de la política pública, capaz de comprender y aprovechar los comportamientos atípicos del comercio de intangibles y de los productos de la creatividad. La irrupción afortunada de esa riqueza de contenidos que guardan los países emergentes y de economías intermedias en el mercado mundial de productos culturales pasa por el dominio de nuevas prácticas económicas. Y el primer paso en esa dirección es la concepción y puesta en marcha de una política nacional de industrias culturales y creativas dotada de estrategias y actividades eficaces, capaces no solo de hacer brillar la cultura local, sino también de convertirla en fuente de riqueza para los creadores y demás agentes culturales. Sin embargo, la experiencia de políticas públicas en este sector es reciente, y no existen modelos y recetas. Por ello, el desarrollo de políticas de fortalecimiento de las industrias culturales y creativas exige una cuidadosa concertación, diálogo y consulta permanente no solo con los protagonistas del sector privado sino también con las múltiples instancias del Estado –educativas y culturales, económicas y fiscales– llamadas a intervenir en su aplicación. Esta Guía recoge las experiencias más exitosas de los países latinoamericanos en materia de concepción, formulación y puesta en práctica de políticas de desarrollo de las industrias culturales y creativas de los últimos 10 años. Pretende con ello transmitir a sus lectores una información cualificada que los inspire y les ayude a identificar y sortear los obstáculos de todo género que surgen habitualmente en los procesos de diseño, implementación y seguimiento de políticas. Es, pues, una herramienta más que la unesco pone a disposición de la comunidad de países para estimular el desarrollo de su creatividad y el libre florecimiento de sus expresiones culturales. Galia Saouma-Forero, Directora, División de las Expresiones Culturales y de las Industrias Creativas, UNESCO.